Mensajes de diversas orígenes
miércoles, 11 de septiembre de 2024
Hijos Míos, Buscad A Vuestros Hermanos Y Hermanas, ¡Buscadlos Con Amor!
Mensaje de la Inmaculada Madre María y de Nuestro Señor Jesucristo a Angélica en Vicenza, Italia, el 6 de septiembre de 2024
Queridos hijos, Madre María Inmaculada, Madre de todos los pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, he aquí, hijos, también hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.
Hijos míos, buscad a vuestros hermanos y hermanas, buscadlos con amor. ¡Acercaos a ellos viendo el Rostro de Cristo y así se derrumbarán todas las superestructuras y los demás comprenderán que vuestro corazón está lleno de las Cosas de Dios!
Hijos, Dios nunca os pide cosas imposibles, pero lo que hace sufrir al Sacratísimo Corazón de Dios es vuestro alejamiento de los demás. Hay tantos hijos que, ante todo lo que sucede en esta tierra, ¡permanecen en su frialdad! Es verdad que la vida debe continuar, pero algo de dolor por lo que les ocurre a vuestros hermanos y hermanas debe haber en vuestros corazones.
Hijos míos, que el alma reina no se adormezca nunca; ¡es ella, ahí en ese rinconcito, la que lo dirige todo!
Si andáis por los caminos de la vejación, el alma reina se adormece, ¡no le gusta!
Alimentaos cada día con las Cosas de Dios, vuestro alimento llega directamente al alma y es ella la que distribuye la abundancia de las Cosas de Dios al corazón y a la mente, es ella misma la que al recibir la abundancia de las Cosas de Dios dirige a sus hijos por los caminos santos; a menudo no os preocupáis por vuestra alma, pero deberíais preocuparos por ella porque, con esa alma, viviréis eternamente.
No trates mal al alma, deja que llegue intacta al trono de Dios porque, cuando se encuentre con Dios, grandes serán los discursos que pronunciarán y, con la Santa unción del Padre Celestial, ¡ella partirá hacia ese inmenso territorio llamado Corazón de Dios!
Alabados sean el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Te doy Mi Santa Bendición y gracias por escucharme.
¡Rezad, Rezad, Rezad!
Nuestra Señora Estaba Vestida De Blanco Con Un Manto Celestial, En Su Cabeza Llevaba La Corona De Doce Estrellas Y Bajo Sus Pies Había Una Larga Vía Celestial.
Había Presencia De Ángeles, Arcángeles Y Santos.
Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.